La comunidad peruana más grande en EE.UU. celebra con orgullo la elección del Papa León XIV

La reciente elección del Papa León XIV ha sido recibida con gran emoción por la comunidad católica peruana de Paterson, Nueva Jersey, considerada la más numerosa fuera del Perú. La conexión profunda que une al nuevo Pontífice con el pueblo peruano —debido a su larga trayectoria pastoral en el país andino— ha tocado de manera especial a esta comunidad que hoy celebra con orgullo y esperanza.

Mons. Geno Sylva, rector de la Catedral de San Juan Bautista en Paterson, ha sido testigo del entusiasmo creciente desde el anuncio del nuevo Papa. “La comunidad está rebosante de alegría”, afirmó, destacando el impacto que ha tenido en la vida de muchos saber que León XIV no solo vivió y trabajó en Perú durante años, sino que también conoce de cerca las luchas, la cultura y la fe de su gente.

El ahora Papa León XIV, antes conocido como el cardenal Robert Francis Prevost, fue obispo de Chiclayo y dedicó gran parte de su misión a acompañar comunidades vulnerables en la región norte del país. Su cercanía, compromiso con la justicia social y su testimonio como misionero han dejado una huella imborrable, tanto en Perú como en quienes emigraron en busca de un futuro mejor.

Como muestra del reconocimiento a su figura, la comunidad de la parroquia de San Juan Bautista ha anunciado la construcción de un campo de juego con césped artificial en el terreno de la iglesia. Este espacio, que llevará el nombre del Papa León XIV, estará dedicado a los niños y jóvenes del centro urbano, y simboliza el deseo del nuevo Pontífice de priorizar a los más pequeños, especialmente en contextos de vulnerabilidad.

“El Papa siempre tuvo una sensibilidad especial por la infancia, la educación y el trabajo comunitario”, explicó Mons. Sylva. “Queremos que este campo sea un lugar de encuentro, de esperanza y de futuro para nuestros jóvenes, tal como él lo promovía en Perú.”

Para los miembros de la comunidad peruana de Paterson, muchos de los cuales mantienen una conexión estrecha con su país natal a través de la fe, la cultura y las tradiciones, la elección del Papa León XIV representa mucho más que un hecho religioso. Es también una afirmación simbólica de su presencia en la vida de la Iglesia universal. Ver a alguien que conoce sus raíces, su idioma y sus realidades ocupar el trono de Pedro refuerza el sentido de pertenencia y dignidad.

Además, se percibe una renovación espiritual entre los feligreses. Las misas se han vuelto más concurridas desde el anuncio, y hay un creciente interés por conocer más sobre la historia del nuevo Papa, su paso por Perú y sus enseñanzas. Las imágenes y banderas del país han comenzado a ocupar un lugar más visible en las actividades parroquiales, reflejando el orgullo de una comunidad que se siente representada en la cúpula vaticana.

Cabe destacar que Paterson es hogar de decenas de miles de peruanos y descendientes, muchos de ellos trabajadores que han contribuido durante décadas al desarrollo económico y cultural de Nueva Jersey. Su arraigo en la fe católica ha sido uno de los pilares para mantener la cohesión y el sentido de comunidad en el extranjero.

Con esta elección, se espera también un fortalecimiento del vínculo entre la Iglesia en América Latina y el Vaticano. La experiencia pastoral del Papa León XIV en tierras latinoamericanas podría ofrecer una perspectiva más cercana a los desafíos de la región, desde la migración forzada hasta la desigualdad y el impacto del cambio climático en poblaciones vulnerables.

La comunidad de Paterson ya está organizando peregrinaciones y eventos especiales en honor al Papa, con la intención de expresar su gratitud y acompañar espiritualmente esta nueva etapa. “Sentimos que no estamos solos, que alguien que nos conoce y nos valora está ahora en Roma”, expresó una feligresa tras la misa dominical.

Este entusiasmo también ha alcanzado a las nuevas generaciones, muchas de ellas nacidas en Estados Unidos pero con profundas raíces peruanas. A través de las redes sociales, grupos juveniles y encuentros comunitarios, se está generando un nuevo diálogo en torno a la identidad, la fe y la participación activa dentro de la Iglesia.

Así, la elección del Papa León XIV se ha convertido en una fuente de inspiración para esta comunidad migrante. Un símbolo de que, incluso en los márgenes, la fe puede florecer, trascender fronteras y dar frutos inesperados.

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