En un emocionante y espiritual evento en la "Casa de la Libertad y la Misericordia" en Mar del Plata, el Administrador Apostólico Monseñor Ernesto Giobando (SJ) llevó a cabo la bendición del Taller de Hostias "Santa Mama Antula", un nuevo emprendimiento destinado a apoyar la inserción laboral de las personas liberadas y al mismo tiempo, proveer de hostias a la comunidad católica local, satisfaciendo una necesidad latente en la diócesis.
El evento comenzó con una oración a María Antonia de San José, conocida cariñosamente como "Mama Antula", venerada por su incansable labor misionera y evangelizadora, y por ser un modelo de vida dedicada a la difusión de la fe y la misericordia. La oración resaltó la importancia de llevar a Jesús a todos los hermanos necesitados de la alegría de la salvación, pidiendo que el ejemplo de Santa Mama Antula inspire a vivir las bienaventuranzas, sirviendo generosamente a todos, especialmente a los más pobres y necesitados.
La bendición del taller fue un momento de profunda espiritualidad, donde Monseñor Giobando enfatizó la importancia de que este espacio sea un lugar de silencio, oración y comunión, recordando que el pan que aquí se elabora, destinado a convertirse en el Cuerpo de Cristo, requiere de un ambiente que refleje su sagrada finalidad. En sus palabras, subrayó que quienes trabajen en el taller tienen el privilegio de preparar el Pan de Vida, llevándolo desde los altares a cada corazón, a cada enfermo, a cada alma en necesidad.
La "Casa de la Libertad y la Misericordia" se destaca por su compromiso con la reinserción social y laboral de personas liberadas, ofreciéndoles herramientas y oportunidades para reconstruir sus vidas. La inauguración de este taller no solo abastece la demanda local de hostias, sino que también representa un paso adelante en la misión de la casa de brindar esperanza y un nuevo comienzo a quienes buscan redimirse y reintegrarse a la sociedad.
Monseñor Giobando concluyó la ceremonia con la bendición del taller, sus futuros trabajadores, y todos los presentes, invocando la protección de Dios Todopoderoso y la intercesión de Santa Mama Antula para que este nuevo emprendimiento logre su propósito de ser un lugar de encuentro con Cristo, a través del servicio y la oración.
Este taller no solo simboliza un avance en la autosuficiencia de la comunidad diocesana en cuanto a la producción de hostias, sino que también es testimonio del amor y la misericordia de la Iglesia hacia aquellos que buscan una segunda oportunidad. La Casa de la Libertad y la Misericordia, con este y otros microemprendimientos, se erige como un faro de esperanza, mostrando el camino hacia la redención y el amor incondicional de Dios.
La comunidad de Mar del Plata, y en particular, la familia de la Casa de la Libertad y la Misericordia, celebra este nuevo inicio, mirando hacia el futuro con fe y confianza en la misericordia divina, siguiendo siempre el ejemplo de servicio y amor al prójimo que Santa Mama Antula nos enseñó.