Monseñor Ernesto Giobando SJ, actual administrador apostólico de la Diócesis de Mar del Plata y principal impulsor de la causa de beatificación de la Beata Mamá Antula, concedió a este medio una entrevista donde se pudo explorar sus pensamientos sobre la canonización de quien será la "primera Santa Mujer Argentina". Esta importante celebración que presidirá el Papa Francisco se llevará a cabo el próximo 11 de febrero en el Vaticano.
Mama Antula "la última Jesuita"
En la entrevista Monseñor Giobando compartió la importancia de la canonización de Mamá Antula, destacando su labor pastoral y apostolado en una época desafiante para la Iglesia. Resaltó el coraje y la valentía de esta mujer que, a pesar de la expulsión de los jesuitas de todo el territorio americano en el año 1767 por orden del rey de la corona española, Carlos III, ella continuó la pastoral y los ejercicios espirituales de "la Compañia de Jesús", por ese entonces muy perseguida.
En el reportaje el Obispo reflexionó sobre la frase "éxito pastoral igual a sufrimiento espiritual", subrayando la necesidad de abrazar la cruz con esperanza en un mundo que a menudo busca "el placer y el disfrute" como máximo anhelo. Destacó la labor de la Beata Mamá Antula como un ejemplo de renunciamiento y perseverancia, resaltando la conexión entre el sufrimiento y la esperanza en la siembra espiritual.
Acompañar, escuchar y ayudar
En cuanto a su papel en la Diócesis de Mar del Plata, Monseñor Giobando expuso los tres verbos que guían su labor: acompañar, escuchar y ayudar. Destacó la importancia de fortalecer la Iglesia con una gran fuerza puesta en la virtud teológica de la esperanza, especialmente en momentos de dificultad e hizo una analogía con los relieves evangélicos de la tempestad calmada y la pesca milagrosa presentes en el altar mayor de la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia de Mar del Plata, sugiriendo que, una vez que las aguas se calmen, la Iglesia debe ir mar adentro con la fuerza del Espíritu.